2 1 En el mes de Nisan en el vigésimo año de Artajshashta el rey, sucedió que yo tomé el vino y se lo traje al rey. Antes de eso nunca había estado triste en su presencia. 2 El rey preguntó: "¿Por qué tu semblante luce tan triste? No estás enfermo, así que esto debe ser alguna clase de aflicción del corazón. [7] " A esto, me puse alarmado 3 según dije al rey: "¡Viva el rey para siempre! ¿Cómo no va a estar mi semblante triste, cuando la ciudad, el lugar donde los sepulcros de mis padres están, yace en ruinas, y sus puertas han sido devoradas por el fuego? [8] " 4 El rey preguntó: "¿Qué es lo que quieres?" Yo oré al Elo him del cielo,[9] 5 entonces dije al rey: "Si le place al rey, si tu siervo ha ganado tu favor a tu vista, mándame a Yahudáh, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, para que yo la pueda reedificar.[10] " 6 Y el rey, con su concubina sentada al lado de él, me preguntó: "¿Cuánto va a tomar tu viaje? ¿Cuándo regresarás?" Así que complació al rey mandarme, y le fijó un tiempo.[11]7 Entonces le dije al rey: "Si le complace al rey, haz que se me den cartas para los gobernadores de los territorios del otro lado del Río [Eufrates¡, para que me dejen pasar hasta que llegue a Yahudáh; 8 y también una carta para Asaf el supervisor de los bosques reales, para que él me dé madera para hacer postes para las puertas de la fortaleza que pertenece a la casa, para el muro y para la casa que yo ocuparé." El rey dio estos de acuerdo a la buena mano de mi Elohim sobre mí. 9 Yo fui a los gobernadores de los territorios del otro lado del Río y les di las cartas del rey. El rey había mandado conmigo una escolta de capitanes del ejército y caballería. 10 Cuando Sanvalat [fortaleza] el Horoni y Toviyah [Yah es bueno] el sirviente, el Amoni,[Dt 23:33] oyeron acerca de esto, estaban disgustados de que alguien tenía que promover el bienestar de los hijos de Yisra'el.[12] 11 Así que llegué a Yerushalayim. Después que había estado allí por tres días, 12 me levanté durante la noche, y unos pocos hombres conmigo. Yo no había dicho a nadie lo que mi Elohim había puesto en mi corazón de hacer por Yerushalayim; y no llevé ninguna bestia conmigo excepto la bestia que estaba montando. 13 Salí de noche por medio de la Puerta del Valle, hacia la Fuente de la Higuera y la Puerta del Estiércol,[ 13] y lloré sobre los muros de Yerushalayim que estaban derrumbados y donde sus puertas habían sido devoradas por el fuego. 14 Entonces fui a la Puerta de la Fuente y al Estanque del Rey, pero no había espacio para que pasara la bestia que tenía debajo de mí. 15 Así que subí al valle en la oscuridad y seguí llorando sobre el muro; entonces me devolví, entré por la Puerta del Valle y regresé 16 sin que los centinelas supieran dónde había ido ni lo que había hecho. Hasta entonces yo no había dicho nada de esto a los Yahudim, kohanim, nobles, oficiales ni a nadie que sería responsable por el trabajo. 17 Después Yo dije a ellos: "Ustedes ven en qué estado tan triste estamos, cómo Yerushalayim yace en ruinas, con sus puertas quemadas. Vengan reedifiquemos el muro de Yerushalayim, para que no continuemos en desgracia." 18 También les dije de la mano de mi Elohim cual era buena sobre mí, también las palabras que el rey me había dicho. Ellos dijeron: "Comencemos a reedificar de una vez," y energéticamente se pusieron a hacer este buen trabajo. 19 Cuando Sanvalat el Horoni, Toviyah el sirviente, el Amoni, y Gershen [lluvia] el Árabe oyeron de esto, comenzaron a burlarse y reírse de nosotros, diciendo: "¿Qué es esto que están haciendo? ¿Van a rebelarse contra el rey?" 20 Pero yo les respondí: "El Elohim del cielo nos capacitará para tener buen éxito. Por lo tanto, nosotros sus siervos nos pondremos a reedificar. Pero ustedes no tienen parte, derecho ni historia para conmemorar en Yerushalayim.[ 14] "